Así empezó La Chamba (y lo que aprendimos en el camino)

Hay una frase que dice que lo mejor que puedes hacer es construir lo que te hubiera gustado encontrar.
Y así empezó La Chamba.

Empezamos en una agencia donde, la verdad, toda la chamba la hacíamos nosotras. Desde las ideas hasta la producción. Los guiones, la estrategia, la dirección de arte. Todo. Lo hacíamos con gusto, pero también con muchas preguntas en la cabeza.

Una de ellas:
¿Por qué todo está tan separado?

En muchas agencias, cada parte del proceso está tan dividida que se pierde la conexión entre la idea original y el resultado final. Además, muchas veces todo se hace igual para todos: el mismo formato, el mismo estilo, las mismas soluciones. Aunque los clientes sean completamente diferentes.

Y ahí fue cuando dijimos:
“¿Y si armamos algo diferente?”

La Chamba es artesanal (aunque suene cursi)

Nos juntamos porque sentimos que lo que le falta a una, lo tiene la otra. Y porque las dos creemos en una manera más cercana de trabajar.
Con el tiempo, armamos un equipo que piensa igual: personas talentosísimas, que se clavan en cada proyecto como si fuera suyo.

Creemos que una agencia puede ser artesanal:

• Por cómo se adapta a cada cliente.

• Por cómo se cuida cada paso del proceso.

• Y por cómo se comunica: honesta, clara y sin humo.

Lo que aprendimos en agencias (y lo que decidimos cambiar)

1. Los clientes no tienen por qué saber de todo.
   Y justo por eso es nuestra chamba explicarles todo con claridad. Qué está funcionando, qué no, qué significan los números más allá de si son altos o bajos.

2. No se vale prometer de más.
   Hemos visto cómo algunas agencias prometen cosas que simplemente no se pueden cumplir. Nosotras preferimos decir las cosas como son, aunque no siempre sea lo más “vendible”.

3. La estrategia y la creatividad no tienen que pelearse.
   Al contrario, se deberían llevar bien. Por eso trabajamos los proyectos desde la raíz, pensando en las personas a las que queremos llegar y cómo conectar con ellas de forma real.

Si tú estás buscando una agencia (o armar una)

Aquí van 3 cosas que te pueden servir:

• Busca conexión, no solo resultados. Una agencia que entienda tu proyecto como algo más que “un cliente más”, va a pensar contigo, no solo para ti.

• Pregunta TODO. Si hay términos, métricas o procesos que no entiendes, exígeles claridad. Si no pueden explicarlo bien, tal vez ni ellos lo entienden.

• Que te digan “no” de vez en cuando. Una agencia que siempre te dice que sí, probablemente no está pensando en lo que realmente necesitas.

En La Chamba queremos que las cosas salgan bien.
Pero también que se sientan bien.
Que el proceso se disfrute, que la comunicación fluya, que sientas que te quitaron una preocupación (o varias).

Por eso lo hacemos así.
Y por eso empezó La Chamba.

¿Y tú, cómo trabajas?

Nos encanta hablar de esto. Si tienes un proyecto, una idea o simplemente quieres saber cómo podríamos ayudarte, escríbenos.
Aunque sea para platicarlo.

Porque a veces, las mejores cosas empiezan así: con una buena plática… y una libreta.